
¿Y si te dijera que tu perro se cansa lo mismo (o más) usando su olfato intensamente durante 10 minutos que tirándole la pelota durante una hora?


Vamos a imaginar una situación típica que le ocurre a muchos dueños en su día a día: volvemos a casa del trabajo y bajamos a nuestro perro al parque para que se “desfogue”. Le tiramos la pelota durante una hora esperando que cuando vuelva se calme y cuando llegamos a casa… ¡sigue como si nada, tan activo como antes o incluso peor! Incluso aunque se tumbe, veis que su mente sigue activa.
Claramente, el esfuerzo físico no ayuda en estas situaciones y en muchos casos la empeora. Vamos a darle la vuelta al tema y a obsérvala o mejor dicho olerla, desde un punto de vista diferente: su olfato.
El olfato de tu perro es su arma definitiva, su sentido más desarrollado (60 veces más que el nuestro) y es una de sus formas de comunicación que más tendemos a ignorar. Pero ¿y si te dijera que tu perro se cansa lo mismo (o más) usando su olfato intensamente durante 10 minutos que tirándole la pelota durante una hora?

Aquí tienes 4 razones que te convencerán de dicha “proeza” e incluimos también los juegos y ejercicios para conseguirla.
1 Usa el cerebro: Nosotros no correríamos histéricos detrás de una pelota para relajarnos ¿verdad? (si estás pensando en el futbol ¡la teoría es que no estás histérico!. Pues vamos a cambiar esta imagen del miembro canino de nuestra manada con otro tipo de ejercicio: el ejercicio mental.
La mejor manera para que tu perro se canse es usando el cerebro y, a su vez, la mejor manera de que el animal lo utilice es con el olfato. Cuando tiene la trufa pegada al suelo siguiendo un rastro o cuando se para a oler algo específico, está procesando mucha información, conociendo y aprendiendo de su entorno y en definitiva, está pensando. El equivalente al sentido del olfato canino en humanos es el sentido de la vista y nosotros lo usamos constantemente, es nuestro sentido estrella y además, pensamos mucho en lo que vemos.
Y lo más importante de que usen el cerebro es… ¡que llegarán cansados a casa!



2 Gestión de emociones: a parte de usar el cerebro, otra cosa que ocurre de manera natural cuando tu perro pasa las tardes pensando (olfateando) es que aprende a gestionar sus emociones. Y si además de dejarle olfatear, realizamos ejercicios o juegos de detección o rastro con él, aprenderá a gestionar esas emociones en momentos que para él/ella puedan ser complicados. Hablaremos de estos ejercicios en la sección final del artículo.
Un perro que a aprendido a reconocer el entorno y que sabe a que “huele cada situación”, sabrá de antemano cómo actuar ante ella. Además, le da una cantidad de confianza extra en su vida cotidiana que deriva generalmente en mayor independencia y menor estrés (muy buenas cualidades a desarrollar en perros con ansiedad por separación o miedos).
3 Vínculo: una consecuencia inevitable y muy satisfactoria de jugar con tu perro a la búsqueda o cualquier otro ejercicio de olfato, es el aumento del vínculo. Estando más unido a tu perro y sabiendo entenderle y leer sus señales mejor, hará que él se sienta más seguro y confiado. El hecho de que el perro juegue contigo en vez de perseguir una pelota le hará frustrarse menos y que tenga predisposición a quedarse a gusto en casa después de la sesión. Si además de esto realizas algún deporte de olfato con él/ella, el vínculo aumentará aún más y sabrás lo que es disfrutar de verdad de la compañía canina, de tu amigo inseparable.

4 Motivación y diversión: La motivación y por supuesto la diversión son dos de las razones más poderosas para que tu perro use el olfato por encima de cualquier otro método para relajarle. Si perro y dueño están motivados y además, se lo pasan bien ¡tenemos la receta perfecta para triunfar!
Hemos seleccionado diferentes ejercicios, juegos y deportes en esta última sección para introducirte en este mundo tan fascinante y que te entren ganas por ti mismo/a de probar todas las diferentes opciones que existen.
Empezamos por los juegos y/o ejercicios:
- El más básico de todos y que se puede usar en cualquier situación, es el de la lluvia de premios. Consiste básicamente en tirar premios al suelo, esparcidos de manera que tenga que buscarlos usando el olfato y no solo la vista. Por ejemplo, si estáis en el parque donde sueles tirarle la pelota, tira premios escondidos entre la hierba para que se ponga a buscarlos ¡verás como le gusta!
- Trilero con las manos: consiste en poner las dos manos en el suelo y esconder un premio debajo de una de ellas. Si es la primera vez que lo haces, deja un poco de espacio entre la mano y el suelo para que salga el olor del premio y le sea un poco más fácil a nuestro amigo peludo.
- Juego de las tapas: este es uno de los clásicos de Liberadogs. Consigue dos tapas de conservas o de algún bote de cristal, colócalas boca arriba en el suelo a unos 20cm la una de la otra, con premios encima y deja que se los coma. La siguiente vez sepáralos al doble de distancia y deja que se coma los premios. Si ha encontrado bien las tapas otra vez, ya puedes aumentar mucho la distancia, porque sabrá que cuando encuentre la primera tapa aunque sea con la vista, habrá otra en algún sitio esperándole, que tendrá que buscar usando el olfato.
Si tu perro domina este juego, puedes esconder la segunda tapa detrás de alguna esquina e incluso a diferentes alturas para ir aumentando la dificultad y en definitiva, mejorando el olfato y la inteligencia del perrete.
Deportes: Si te ha gustado probar los ejercicios y quieres pasar al siguiente nivel, lo que estás buscando es un deporte canino. Hay muchos tipos, pero te nombramos los más famosos del panorama nacional: mantrailing, detección deportiva y detección de enfermedades (esta última no es un deporte, pero queríamos incluirlo por el auge y las ayudas que está proporcionando esta área).
